sábado, 29 de agosto de 2009

La visión aristotélica de lo público y lo privado

Por: Ivonne Acuña Murillo

En el capítulo "Aristotle, the Public-Private Split, and the Case of the Suffragists", del libro Public Man, Private Woman, Women in Social and Political Thought (1981), Elshtain sostiene que la exclusión política de las mujeres durante la democracia griega clásica, se debió a la diferencia reconocida por Aristóteles entre dos tipos de personas: las superiores, representadas por los hombres adultos libres, y las inferiores, entre quienes se encontraban las mujeres, los esclavos, los extranjeros y los niños. Estos dos tipos de personas se encontraban unidas por relaciones de "necesaria" dominación y subordinación, donde el nexo entre el elemento "naturalmente" dominante y el elemento "naturalmente" dominado era esencial para la preservación de ambos. Según Aristóteles, el trabajo de las personas inferiores era la condición necesaria sobre la que descansaba la vida pública, es decir, el trabajo doméstico de las mujeres y los esclavos era esencial para el ejercicio de la ciudadanía masculina, pues les dejaba a los hombres el tiempo libre necesario para dedicarse a la política.
Para Aristóteles existía, además de la división entre las personas y como producto de ésta, una separación entre espacio público (político) y espacio privado (no político), siendo el primero superior al segundo. La división entre personas y espacios dio lugar a una realización diferenciada de la virtud, entendida ésta como la predisposición a procurar el bien de todos en los asuntos públicos, ésta estaba acompañada de ciertas características que permitían a los individuos conducirse como ciudadanos, entre ellas: la razón y la responsabilidad. La total realización de la virtud moral sólo podía lograrse a través de la participación en la vida pública, reservada para los "hombres adultos libres". Las mujeres, en cambio, tomaban parte de la virtud y la racionalidad en un sentido limitado apropiado a su confinamiento en una asociación inferior denominada hogar (oikos), el cual, a pesar de ser visto como inferior era la "condición necesaria" para la polis, pues proporcionaba un espacio en el cual, los ciudadanos desarrollaban parte de sus actividades.
Según Elshtain en el esquema aristotélico las mujeres quedaban reducidas a "idiotas", que en el sentido griego de la palabra "idios" significa "aquellas personas que no participan en la polis" o personas privadas, aquellas que no son totalmente racionales y sólo pueden poseer una virtud limitada, apropiada a su esfera y necesaria únicamente para el control de sí mismas.
De esta visión se deriva una teoría de la ciudadanía basada en el supuesto: "la vida de la polis es superior a ninguna otra". Es decir, la vida del todo es superior en naturaleza, intención, y propósito a las asociaciones inferiores, como el hogar. En ella las personas públicas son responsables y racionales, toman parte totalmente tanto en la vida privada como en la vida de la polis y son sus elementos integrales.
En esta teoría sólo los hombres adultos libres podían ser ciudadanos, como tales participaban de un alto bien moral y de un alto sentido de justicia, por lo que podían tomar parte en la administración de ésta a través de la posesión de un cargo.
En el Estado ideal, un buen hombre también debía ser un buen ciudadano. Sin embargo, un mal hombre podía ser un buen político, pues Aristóteles concluyó que lo que era moral en el espacio público no podía ser juzgado por los estándares de la moral privada, por eso las personas públicas eran juzgadas de acuerdo a su capacidad como personas públicas y en otra forma en su existencia como personas privadas.
Por el contrario, una buena mujer haría a una mala ciudadana por definición. Las mujeres que fueran buenas ciudadanas no podían ser, en la esfera privada, buenas mujeres. Ellas eran juezas de la llamada moralidad privada y no podían tomar parte en la moralidad pública. Idealmente, Aristóteles consideró que las mujeres eran moralmente superiores en lo privado porque eran inferiores públicamente. Argumento que entra en contradicción con lo dicho anteriormente, por lo que se puede pensar que hubo necesidad de mantener a las mujeres dentro del espacio privado con el discurso de su superioridad moral en ese ámbito para evitar que desarrollaran un interés concreto por la política.
En conclusión, lo político era el espacio del poder público, la esfera de la justicia y del sistema de leyes, donde el Estado era visto como un cuerpo de ciudadanos sujetos a leyes y de líderes políticos también sujetos a leyes, pero no necesariamente limitados en el ejercicio del poder. Y lo no político era un espacio privado de persuasión moral, no sujeto a leyes y juzgado por estándares no racionales. El poder en esta esfera se expresaba como manipulación oculta, engaño y astucia.
Las mujeres entonces, no eran parte de lo político, pero proveían, con sus capacidades en la esfera privada, un refugio para los hombres cuando éstos tomaban parte en la esfera privada.
En el siguiente documento se muestra cómo algunas de las ideas del pensamiento aristotélico fueron retomadas por los teóricos del contrato social.

Fuentes:

Ivonne Acuña Murillo, Relación teórica mujeres-democracia desde tres autoras feministas: Jean Bethke Elshtain, Mary Dietz y Carole Pateman, México, Instituto Mora, 1994. Tesis de Maestría en Sociología Política.

Ivonne Acuña Murillo, “Repercusiones actuales de la exclusión política de las mujeres en la teoría del contrato social de los siglos XVII y XVIII”, Revista Intersticios. Filosofía/Arte/Religión, Año 10, No. 21, 2005, Universidad Intercontinental.

2 comentarios:

  1. El comentario es pertinente, ya que se hace una interpretación clara y concreta sobre el significado y diferencia entre la esfera privada y la esfera pública como elementos esenciales para comprender la importancia de la sociedad política y/o civil en Aristóteles.

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  2. El comentario es pertinente, ya que se hace una interpretación clara y concreta sobre el significado y diferencia entre la esfera privada y la esfera pública como elementos esenciales para comprender la importancia de la sociedad política y/o civil en Aristóteles.

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